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La comercialización de productos financieros complejos con un alto componente de riesgo se ha vuelto a convertir en una práctica habitual por parte de las entidades financieras, como consecuencia de los mínimos históricos alcanzados por los intereses de los depósitos.

Por ello, ante este contexto social y económico y ante las medidas impulsadas por el Banco Central Europeo, así como por mantener las Entidades de crédito los tipos de interés de los depósitos bajo mínimos la propia Banca, como institución, no ha tardado en volver a ofrecer este tipo de productos estructurados, ofreciendo suculentas rentabilidades para captar y seducir a nuevos clientes.

¿Qué productos financieros complejos son los que más se ofrecen por parte de las entidades de crédito?

En este sentido conviene reseñar que actualmente los productos “estrella” con mayor ofrecimiento y demanda son los depósitos estructurados cuya rentabilidad depende, por su vinculación, de la evolución de otro activo subyacente como por ejemplo pudiera ser una acción o un determinado índice.

Y es que atendiendo a datos estadísticos publicados por el propio Banco de España podemos comprobar como en enero la oferta media de tipos de interés para depósitos estaba en el 0,39%, algo que no resulta comercialmente atractivo ni lucrativo.

Por ello las Entidades consideran que la solución a dicho bache en el negocio pasa por volver a comercializar, en este caso entendemos (aunque está por ver) que de una forma adecuada y con la máxima transparencia y claridad, productos financieros complejos, como son los estructurados, ya que la renta fija o los depósitos tradicionales no son competitivos en el ámbito estrictamente concerniente a la rentabilidad.

Los usuarios bancarios deben ser responsables con la contratación de este tipo de productos financieros

No obstante, lo expuesto, conviene recordar a los usuarios bancarios una máxima de perogrullo que a veces parece olvidarse, y es que nadie ofrece nada gratis, por lo que la mejor opción ante eventuales propuestas comerciales de la Entidad, amén de fijarse bien en la letra pequeña, pasa por recibir el asesoramiento y el respaldo de profesionales independientes y expertos en la materia, a fin de contar con una segunda opinión cualificada y neutra.

Igualmente conviene señalar, al margen de la labor clasificadora que pueda estar llevando a cabo la CNMV sobre la materia y ante esta nueva “oleada” comercial por parte de la banca, que en estos momentos de entre todos los productos disponibles destacan sobre el resto la oferta de depósitos estructurados.

Dichos productos estructurados, como su propio nombre indica, comparten “casualmente” parte de la denominación con los depósitos tradicionales, si bien difieren en cuanto al conocimiento de la rentabilidad que se tiene de los mismos, ya que ésta solo se conoce en el momento del vencimiento, dada su vinculación a los ya citados subyacentes y la evolución de éstos (Ej: Acciones, índices bursátiles determinados…).

Productos complejos y no complejos según la CNMV.

Navas & Cusí Abogados.

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