La semana pasada las firmas que comercializan CFD’s en Londres se desplomaron en su cotización bursátil debido a las ideas del regulador Inglés de replantear la regulación de dichos productos.
La Financial Conduct Authority (FCA) es el equivalente a la CNMV española, y por ende es un organismo regulador el cual se centra en proteger al consumidor, trabajar la integridad del mercado y promover la competición, siendo estos tres objetivos los que se entienden más necesarios para el correcto funcionamiento, pudiendo regular las actividades que lleven a cabo algunas compañías e incluso imponiendo sanciones a las empresas que no actúen de forma correcta (como la sanción de 72 millones de libras a Barclays por no actuar de forma correcta contra el blanqueo de capitales).
En esta ocasión la CFA ha atacado un producto de extremo riesgo que se comercializa a clientes que no tienen conocimiento alguno del riesgo que conllevan ni su funcionamiento; este nuevo planteamiento regulatorio de la CFA viene después de que Bélgica haya prohibido estos productos y Francia haya prohibido su publicidad, enviándolos al ostracismo si no pueden usar su agresiva publicidad; pero no solo estos países han decidido prohibirlos o modificarlos, Estados Unidos jamás ha abierto la comercialización de estos productos al cliente minorista dados los riesgos inherentes. También hay que recordar que este tipo de productos estuvieron prohibidos en España hasta el 2007-2008 para clientes minoristas.
Dados los riesgos que conllevan estos productos la CFA ha realizado un informe en el que habla que cada vez más clientes minoristas se atreven a operar con estos productos, sin conocer realmente los riesgos inherentes al mismo, riesgos que pueden traducirse en rápidas, grandes e inesperadas pérdidas. Otro aspecto ene l que se ha fijado el regulador es que al menos el 82% de inversores en estos productos pierden dinero.
Pero no todo han sido críticas, sino que en su objetivo de colaborar a mejorar el mercado la CFA ha propuesto una serie de cambios para proteger a los minoristas como son dejar más claras las advertencias y los ratios de ganancia/pérdida existentes, limitar el apalancamiento según la experiencia del inversor, impedir que se usen bonos por parte de los operadores a la hora de comercializar el producto…
Desafortunadamente este producto también se ha visto manipulada por la mala praxis y se encuentran regulados por la Ley del Mercado de Valores, por lo que se puede analizar cada caso en concreto y ver si puede haber sido susceptible de algún tipo de error tanto en su comercialización como en el funcionamiento.
Desde Navas & Cusí recomendamos protección ante tal tipo de productos y analizar si las actuaciones han sido las correctas.