Internet se ha convertido en pocos años en una parte fundamental de nuestra vida cotidiana, permitiendo conectarnos con cualquiera, en cualquier momento y en cualquier lugar. Pero no solo permite conectar a las personas, también permite conectar todo tipo de objetos, dando lugar al termino Internet de las Cosas (en inglés, Internet of Things y abreviado IoT).
Concepto: Internet of Things (IoT)
IoT se podría definir como la interconexión de dispositivos y objetos cotidianos a través de una red (bien sea privada o Internet), dónde todos ellos tienen la capacidad de interacción unos con otros, generando, consumiendo e intercambiando datos e información con una mínima intervención humana.
Aplicaciones
Esta capacidad de interacción y generación de datos, está permeando toda nuestra actividad cotidiana, pudiéndolo encontrar en áreas como la salud o el deporte; en la domótica con el control de nuestras viviendas o nuestras empresas a través de los dispositivos instalados en las mismas; en los múltiples sensores y aplicaciones que conforman las denominadas ciudades inteligentes o Smart Cities; en la automoción, con los diferentes sensores instalados en los vehículos que almacenan y transmiten información de los mismos; entre otros. Pero esta conexión no solo está referida a objetos electrónicos, sino también, a aquellos objetos que una persona lleva en su día a día como son los relojes, gafas, prendas de ropa o zapatillas, y son denominados con el término “wearables”.
En resumen, cada día más nuestros objetos, tanto a nivel de empresa como particular, están más conectados a la red, generando, consumiendo e intercambiando datos de carácter privado, de comportamiento o uso, de manera continua y masiva, y donde pueden ser controlados a distancia a través de la red. Según el estudio de Statista se prevé que para 2025 haya más de 38 millones de objetos conectados a internet.
Implicaciones Legales
Pero frente a toda esta conectividad que nos hace entre otras cosas la vida más cómoda, no podemos dejar de hacernos preguntas que pueden afectarnos tanto de manera particular como empresarial, como son: ¿Qué pasa con nuestros datos personales? ¿A qué riesgos estamos expuestos aportando tanta información privada? ¿Cómo puede afectar a mi empresa en caso de que alguien tome el control externo de dichos dispositivos o los datos que generan? ¿Qué seguridad existe en el internet de las cosas?
Estas son algunas de las preguntas que a diario nos hacemos, y que en la mayoría de los casos no sabemos responder. Por todo ello, es cada vez más necesario disponer de asesoramiento jurídico especializado tanto para protegernos, como para dar respuesta a hechos que puedan tener una responsabilidad jurídica.
Normativa de protección de datos
Y es que, la recogida, intercambio o almacenamiento masivo de datos puede conllevar numerosas implicaciones jurídicas desde el punto de vista de la normativa de protección de datos, ya que pueden verse vulnerados aspectos como: la confidencialidad e integridad de los datos, la calidad del dato, el derecho de información de los usuarios respecto al uso de los datos o la obtención de consentimiento legitimo del usuario, entre otros. Siendo necesario implementar modelos que incorporen estándares mínimos, requisitos normativos o mecanismos de certificación que garanticen un nivel adecuado de protección de los interesados.
Por todo ello, desde Navas & Cusi, disponemos de un departamento especializado en nuevas tecnologías y protección de datos, desde el que damos un apoyo jurídico a cualquier problema relacionado con el Internet de las cosas y la privacidad de los usuarios.
