El pasado mes de Julio, Bankia se estrenó en el mercado de los bonos contingentes convertibles, más conocidos en el argot financiero como CoCos, por importe de 750 millones de euros. Anteriormente, otras entidades como Santander, Sabadell o Caixabank han emitido este tipo de producto financiero a lo largo del año 2017.
Los CoCos son bonos convertibles contingentes que se caracterizan, según la doctrina económica, por ser un “híbrido entre deuda y capital donde se paga un interés al inversor y que tienen la posibilidad de convertirse en acciones de la entidad que los emite”. En caso de que el cliente, llegada la fecha pactada, no quiera convertirlos en acciones, posibilidad que normalmente queda en manos del inversor, el emisor tiene la obligación de devolver el dinero a la otra parte, pagando así su deuda.
Para los emisores de este tipo de bonos, es una buena forma de mejorar la capitalización de la entidad. En cambio, para los inversores es una manera de obtener determinadas rentabilidades fijas en concepto de intereses durante plazo concreto, que no es otro que mientras el bono mantiene tal condición.
Con esta emisión, el objetivo principal de Bankia es incrementar la solvencia de la entidad y asegurarse la posibilidad de hacer frente a posibles pérdidas en que pudiera incurrir en el futuro.
Aunque en un principio el precio que se barajaba para la emisión de estos títulos iba a ser de un 6,5%, la elevada demanda de inversores de carácter institucional, con peticiones que rondaban los 2.500 millones de euros, hicieron que finalmente se rebajara hasta un 6%.
Es la primera operación bancaria de este tipo que se realiza en nuestro país tras la adquisición de Banco Popular, donde miles de inversores de estos bonos contingentes, vieron reducida a cero su inversión.
En el caso de Bankia, este tipo de CoCos no podrán ser amortizados hasta pasados cinco años. Estos bonos se convertirán obligatoriamente en acciones cuando el nivel de capital quede por debajo del 5,515%. Cuando dicha conversión se produzca, Bankia conseguirá reducir el nivel de deuda de la entidad en la cantidad del bono y aumentará su nivel de capital por la misma cantidad.
La emisión de estos bonos, según han comunicado desde la entidad a la CNMV, está dirigida “exclusivamente a inversores profesionales y en ningún caso podrá ser colocada o suscrita en España ni entre inversores residentes en España”