Bonos Convertibles Contingentes Santander (Cocos)

La existencia de los Bonos Contingentes Convertibles -más conocidos actualmente con el nombre de “Cocos”-, se debe a la necesidad por parte de las entidades financieras de contar con una alternativa de recapitalización cuando se da el caso en que los recursos propios de la misma entidad disminuyen hasta un nivel mínimo o por debajo del que exigen las autoridades de recapitalización. Así, de esta manera, la entidad emisora tiene la capacidad de financiar su recapitalización de una forma más económica sin tener que acudir a una ampliación de capital ni tampoco solicitar un rescate financiero. Estos instrumentos se han empezado a comercializar hace apenas unos meses, cuando la incipiente crisis ha empezado a arrojar algo de luz a las entidades de crédito y para aquellas que no ha sido posible ir a una ampliación de capital o recibir ayuda mediante un rescate. Con el anuncio de la emisión de los bonos contingentes convertibles o Cocos, el pasado agosto de 2014 la Autoridad Europea de Mercado (ESMA) hizo pública una nota en la que venía a advertir de los riesgos potenciales de un nuevo instrumento financiero que tenía una consideración de complejo, y por ende, debía estar controlada su comercialización. Y lo cierto es que nos encontramos ante un producto financiero híbrido, pues incluye una parte de renta fija, y un derivado sobre acciones, en virtud del cual el inversor recibirá un cupón periódico y sólo en el caso de que se cumpla la contingencia, su inversión se convertirá en acciones de la entidad emisora.

¿Qué riesgo entrañan los Cocos?

El consumidor que decida – o le propongan- la inversión en este tipo de productos debe tener muy en cuenta que se trata de un producto financiero que tiene la naturaleza perpetua, lo que representa que carecen de vencimiento señalado (sin perjuicio de que alguna entidad financiera fije de manera extraordinaria una amortización del producto). Durante la vigencia del producto, el consumidor va percibiendo los cupones pactados y correspondientes, aunque también puede pasar que la entidad, en determinados casos, pueda cancelar discrecionalmente el pago de los mismos sin que ello suponga un incumplimiento. Otros riesgos significativos incluyen por ejemplo el hecho de que los Cocos se sitúan por delante de las acciones ordinarias de la entidad pero por detrás de los acreedores comunes de la sociedad, resultando entonces que estas emisiones no están garantizadas por el Fondo de Garantía. Desde Navas & Cusí debemos aclarar que las emisiones realizadas en Europa de este tipo de producto han supuesto más de 60.000 millones de euros, y han ido dirigidas, además de a personas cualificadas, a consumidores minoristas, lo que a nuestro juicio supone una mala praxis bancaria que es susceptible de nulidad mediante un procedimiento judicial.

Artículos sobre bonos convertibles contingentes Santander (Cocos)

Contacta con nosotros
Para garantizar la calidad y la atención personalizada, atendemos con cita previa (presencial o videoconferencia).