Juan Ignacio Navas
Socio-director de Navas & Cusí
Ya son tres las gestoras de fondos que han decretado el ‘corralito’ para evitar la fuga de capitales. ¿Pensábamos que el ‘corralito’ era una práctica reservada a países en vías de desarrollo? Mientras, la libra no para de depreciarse y se sitúa en niveles mínimos de 1985.
El corralito lleva al Banco de Inglaterra a inyectar dinero para evitar consecuencias mayores:
El gobernador del Banco de Inglaterra admite que “la estabilidad financiera está amenazada” e inyecta 180.000 millones de euros de liquidez para tratar de frenar la sangría.
La realidad demuestra que las incertidumbres del ‘Brexit’ despiertan temor entre inversores y ahorradores. Alargar la gestión del ‘divorcio’ como pretende el gobierno Cameron no hace sino profundizar en la herida.
Y las sociedades -especialmente financieras- pueden soportarlo casi todo menos la incertidumbre. Las incógnitas despiertan pánico, sobreactuación, desconfianza. Exactamente lo que el mundo del dinero no puede permitirse.
Es probable que el estado de pánico que ha provocado el corralito no esté justificado:
Probablemente el pánico que ha provocado el corralito no está justificado. Las tres gestoras de fondos están relacionadas con el sector inmobiliario español que tras la última crisis se encuentra razonablemente saneado. El ‘ladrillo’ está ahí y no hay previsión de una deslocalización…
Sin embargo, la caída libre de la moneda británica sí que puede llegar a afectar al ciudadano medio hasta el punto de buscar referenciar sus ahorros en una moneda más fuerte.
La única manera de taponar la vía es hacer un torniquete: o bien replantear de urgencia el Brexit en el Parlamento británico o acelerar los trámites de salida para disipar dudas y conjurar incertidumbres.
Si el gobierno británico opta por comprar tiempo como parece, mucho nos tememos que los efectos del pánico se volverán a repetir. Y los ‘corralitos’, aunque sean selectivos, no generan tranquilidad sino que disparan las alarmas.
Esperemos por el bien de todos que los británicos agarren el toro por los cuernos. Por su bien, su estabilidad financiera y la del resto de Europa.
Navas & Cusí Abogados.