En España para actuar como intermediario financiero hay dos opciones, o bien solicitar una ficha bancaria al Banco de España, o bien establecerse como Empresa de Servicios de Inversión solicitándolo a la CNMV.
Dada la dificultad y los medios necesarios de la primera opción, nos centraremos en la segunda.
Existen diferentes tipos de Empresas de Servicios de Inversión y vamos a detallar las principales características de cada una de ellas, empezando por las más complejas y acabando por las más simples:
La empresa de servicios de inversión más compleja es la sociedad de Valores, los requisitos para establecer una sociedad de valores en España incluyen:
- Autorización del Ministro de Economía y Hacienda: Esta autorización se da a propuesta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Es necesaria tanto para la creación de nuevas empresas de servicios de inversión como para la transformación de una sociedad existente en una sociedad de valores.
- Inscripción en Registros Administrativos: Es obligatorio obtener la autorización necesaria y estar inscrito en los registros administrativos correspondientes para desarrollar actividades profesionales relacionadas con los servicios de inversión y los instrumentos financieros especificados en la legislación pertinente.
- Capacidad Operativa: Las sociedades de valores pueden operar profesionalmente tanto por cuenta propia como por cuenta ajena. Deben estar capacitadas para realizar todos los servicios de inversión y servicios auxiliares especificados en la legislación aplicable.
Estos requisitos aseguran que las sociedades de valores operen de manera regulada y bajo los estándares establecidos para la protección de los inversores y la integridad del mercado financiero.
La capacidad operativa de una sociedad de valores se mide a través de varios factores, que generalmente incluyen:
- Recursos Humanos y Expertise Técnico: Calidad y experiencia del personal, especialmente en áreas clave como la gestión de inversiones, el análisis de riesgos y el cumplimiento normativo.
- Infraestructura Tecnológica: Sistemas de IT adecuados para la ejecución de operaciones, gestión de datos, seguridad informática y soporte al cliente.
- Capacidad Financiera: Solidez financiera para soportar las operaciones y cumplir con los requisitos de capital y liquidez impuestos por los reguladores.
- Cumplimiento Normativo: Adherencia a las regulaciones y leyes vigentes, incluyendo mecanismos para prevenir el lavado de dinero y otras actividades ilícitas.
- Gestión de Riesgos: Sistemas efectivos para identificar, medir, monitorear y controlar los riesgos asociados a las operaciones y a la inversión.
- Servicios Ofrecidos: Capacidad para ofrecer una gama completa de servicios de inversión y auxiliares, y su adaptabilidad a las necesidades cambiantes del mercado y los clientes.
Estos elementos son evaluados por reguladores como la CNMV en España para determinar si una sociedad de valores posee la capacidad operativa necesaria para funcionar de manera efectiva y segura en el mercado financiero.
Actualmente en España hay 38 Sociedades de Valores españolas y 16 sucursales extranjeras.
El capital mínimo necesario es de 750.000€.
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