Durante los siete últimos años se han producido en España casi 600.000 desahucios, y a día de hoy existen más de 200.000 alzamientos judiciales únicamente paralizados por el colapso existente a día de hoy en los Juzgados españoles.
El record de los desahucios en nuestro país se encuentra en Andalucía. En concreto en Fuengirola, Málaga, las ejecuciones judiciales se han multiplicado por 13 y en Almería estos procesos judiciales han aumentado en un 1.19% durante los últimos años. Según encuestas oficiales publicadas por el Instituto Nacional de Estadística, en esta Comunidad Autónoma, casi el 1% de las hipotecas constituidas sobre viviendas habituales entre los años 2003 y 2013 han iniciado una ejecución hipotecaria en el último año.
Otras zonas con notables incrementos han sido las áreas de influencia de Madrid, Barcelona y los alrededores de la capital aragonesa, Zaragoza.
Estos datos sitúan a España como el único país del mundo donde las familias, expulsadas de sus domicilios, son condenadas a seguir pagando la vivienda a la que nunca tendrán derecho.
Sin embargo, esta situación beneficia a los bancos españoles que se financian a costa de los ciudadanos que, perjudicados por la crisis española, son incapaces de hacer frente a los descomunales créditos que suscribieron años atrás, muchos de los cuales están plagados de cláusulas abusivas como la ya conocida “cláusula suelo”. De los casi 83.500 millones de euros que los bancos tienen en activos adjudicados o recibidos de deudas de los españoles, el 20,6% procede de financiaciones hipotecarias a hogares para la adquisición de viviendas. En otras palabras, más de 17.180.000 millones de euros provienen de impagos de familias tras haber sufrido una ejecución hipotecaria. Cabe decir, por tener siempre una visión un poco optimista, que pese a que ha existido un incremento de estos activos en el último año, ya que en junio de 2013 se rondaban los 75.000 millones, estamos aún lejos del máximo vivido en nuestro país, alcanzado en junio de 2012 con casi 100.000 millones de euros en los balances de las entidades.
Noticias como ésta son la que nos hacen seguir trabajando activamente contra las cláusulas abusivas contenidas en multitud de préstamos hipotecarios. En la actualidad numerosas sentencias nos han dado la razón acerca de este reflexión, no es justo que familias se vean sin hogar a consecuencia de préstamos hipotecarios plagados de cláusulas abusivas, no solo entendidas así por la justicia española sino ya también por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.