En un entorno digitalizado como el que estamos viviendo hoy en día, en pleno auge, es cuando debemos prestar más atención a los posibles fraudes e inseguridades que puede conllevar.
Y es que el mundo online crece a un ritmo mucho más rápido que la capacidad del poder legislativo para poder garantizar la seguridad en las transacciones online.
La directiva 93/13/CE y la normativa de protección a los consumidores se queda pequeña para poder monitorizar los conflictos de los que muy pronto seremos testigos y deberemos afrontar.
Según los registros oficiales, el año pasado 2016, el 50% de la población había realizar alguna vez una transacción online. Y la otra mitad no lo hizo por razones lógicas: falta de confianza y seguridad en el sistema. Hay muchas personas que no están dispuestas a ceder y compartir datos personales a un “tercero desconocido” -internet- que pueda usarla posteriormente.
La confianza es la herramienta más poderosa para que el sistema económico a nivel global pueda funcionar. Si no existe confianza de los usuarios, no existen transacciones y por tanto la economía no prosigue.
Por tanto, la legislación a nivel de la Unión Europea deberá tener como común denominador principal la conservación e impulso de la confianza de los consumidores para al mismo tiempo impulsar y hacer evolucionar lo que ya se conoce como comercio electrónico.
El papel del notario en el comercio electrónico
Una de las figuras que cobra más sentido puede que sea el Notario, pues es la institución que debe garantizar que la parte débil del contrato (consumidor) tenga las garantías completas para poder efectuar transacciones económicas tranquilamente.
Así, podemos diferenciar tres escenarios donde el papel del notario sería esencial:
- Momento pre-contractual: es el momento más importante y donde más garantías hay que dar al consumidor. Éste debe tener toda la información necesaria para poder consentir realizar la transacción económica online. Por ejemplo, los notarios podrían almacenar o suministrar información obligatoria de acuerdo con la normativa europea de consumidores, o verificar las Condiciones Generales de la Contratación.
- Momento contractual: aquí los notarios podrían jugar un papel importante en identificar a las partes o su capacidad digital.
- Momento post-contractual: aquí debemos resaltar la importancia de los medios de pago, donde los notarios pueden tener su relevancia para, por ejemplo, dar la conformidad de los bienes.
Ya existen proyectos en otros países en los que se intenta integrar la figura del Notario en la era digital. Prueba de ello lo encontramos en los Países Bajos, en donde se ha creado el “NotarisID”, que es un sistema de identificación online de personas por medio de certificados notariales, que se configura como un medio de identificación que cumple íntegramente con los requisitos establecidos en el Reglamento europeo 910/2014 de 23 de julio de 2014.
Lo cierto es que el mundo digital está inundando nuestro día a día, y con ello también las posibles falsedades, estafas o cesiones de datos no consentidas. Por ello, la Unión Europea tiene como una de sus máximas prioridades dar respuesta legal a estas exigencias digitales mediante la publicación y consolidación de normativa aplicable para cada caso se pueda plantear.
