Para nadie ya es una sorpresa la falta de transparencia en la gestión y Oferta pública de las acciones de Bankia que se dio en 2011, hecho que dio lugar a que miles de ahorradores adquirieran las ya famosas acciones de Bankia sin recibir a cambio la información pertinente sobre las mismas. Y ahora son estos mismos ahorradores los que ven su dinero invertido atrapado y todo debido a la mala gestión que ha tenido la entidad para con sus clientes confiados.
Pues bien, lo que deben conocer estos accionistas de Bankia es que lo peor que les podría pasar es que los tribunales mantuvieran uno de los criterios jurisprudenciales que se basa en que el plazo para reclamar termina al cabo de cuatro años, significando esto que la última posibilidad de recuperar la inversión será a mediados de este próximo mes de mayo de 2015.
La información publicada en los folletos que ofreció la Entidad Financiera sobre el estado de la propia entidad Bankia cuando emitió las acciones en 2011 distaba mucho de la realidad. Y no tan solo los folletos sino, a consecuencia de lo primero, el resto de trípticos y documentos informativos sobre la Oferta Pública de Suscripción que llevó a cabo Bankia resultaron engañosos.
El hecho es que Bankia inscribió el día 29 de Junio de 2011 en el Registro Oficial de la Comisión Nacional del Mercado de Valores la Oferta Pública de Suscripción y Admisión a Negociación de Acciones de Bankia, S.A.
La información contenida en dicho informe tenía como objetivo principal el de ofrecer una visión global, objetiva, clara y transparente sobre la Entidad Financiera con el fin de que aquellos interesados en adquirir las acciones que se iban a ofrecer sobre la entidad estuviesen bien informados y, de paso, tratar de convencer al mayor número posible de ciudadanos para que adquiriesen sus acciones a través del ofrecimiento de información sobre la intachable solvencia de la entidad.
El objetivo se alcanzó con éxito -no el de informar a los futuros accionistas sino el de convencer a los potenciales accionistas- y la salida a Bolsa de Bankia no fue como se esperaba. Transcurrido escasamente un año – en mayo de 2012- la entidad había quebrado y tuvo que ser rescatada: una sociedad que en la información contenida en el referido informe podía alardear de unos beneficios de 309 millones de Euros siendo el resultado de sus cuentas en mayo de 2012 de pérdidas de hasta 22.000 millones de Euros. Estos resultados solo tienen una explicación: la información contenida en el informe elaborado para las OPS era inexacta, incorrecta.
Ello ha sentado una base legal – al incurrir en el incumplimiento del artículo 28.3 de la Ley de Mercado de Valores- para llevar a cabo la reclamación con éxito de las cantidades invertidas en dichas acciones dado que los datos contables de la entidad no se asemejaban a los reales engañando así a una gran cantidad de inversores que se han visto perjudicados por la mala praxis bancaria llevada a cabo desde Bankia, S.A. Reflejo de la incorrección del mencionado informe fue la sanción de 12 millones de Euros que el ICAC – Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, órgano dependiente del Ministerio de Economía- impuso a Deloitte por firmar dando su beneplácito a las cuentas presentadas por Bankia en su informe de 2011.
Es por todo lo anterior que los inversores tienen la posibilidad – prudencialmente hablando-, antes de mayo, de poder reclamar la inversión realizada en las acciones de Bankia y poder recuperar las cantidades.
Navas & Cusí Abogas.