Las empresas familiares son una parte fundamental del tejido empresarial, generando empleo y riqueza en el país. Según el IEF (Instituto de la Empresa Familiar), año tras año la empresa familiar se va consolidando como el gran activo de la economía en España, estimando que existen 1,1 millones, lo que corresponde el 89 % de la totalidad de empresas españolas.
Sin embargo, su supervivencia a lo largo del tiempo es un desafío, y el motivo principal no es la falta de rentabilidad, sino la ausencia de una planificación legal sólida. Las disputas familiares, la falta de criterios claros de sucesión y los problemas fiscales pueden poner en peligro la estabilidad del negocio.
Para garantizar que una empresa familiar perdure en el tiempo, es imprescindible establecer una estructura legal bien definida que regule la relación entre la familia y la empresa. A continuación, te explicamos las claves fundamentales para lograrlo:
El Protocolo Familiar como base para la estabilidad.
Uno de los errores más frecuentes en la gestión de empresas familiares es la falta de reglas claras sobre cómo se toman las decisiones, quién puede participar en el negocio y cómo se resuelven los conflictos internos. Para evitar problemas que pongan en riesgo la continuidad de la empresa, es fundamental formalizar un protocolo familiar.
El Protocolo Familiar es un acuerdo legal que regulan la relación entre la familia y la empresa. Tiene como objetivo establecer reglas claras sobre la gestión y la sucesión del negocio para evitar conflictos, así como determinar aspectos de índole societaria.
Si bien no hay dos Protocolos Familiares iguales, ya que deben adaptarse a las particularidades de cada familia y empresa, estos son algunos aspectos clave a regular en estos acuerdos:
- Condiciones para la incorporación de familiares al negocio: establecer requisitos claros para la entrada de familiares en la empresa, en función de su experiencia o formación académica.
- Funciones y toma de decisiones: definir los cargos directivos y los procesos de toma de decisiones estratégicas, asegurando una estructura organizativa eficiente y profesionalizada
- Distribución de dividendos: determinar la política de reparto de beneficios entre los socios familiares, estableciendo si se prioriza la reinversión en la empresa o la distribución de dividendos.
- Derechos de arrastre y acompañamiento: son mecanismos que regulan la venta de participaciones, evitando que un socio transfiera su parte a terceros sin contar con el resto de la familia.
- Mecanismos de salida de socios: determinar reglas claras sobre la venta de participaciones, definiendo derechos de adquisición preferente para otros socios o la propia empresa en caso de que un familiar decida retirarse
- Causas de exclusión de socios: previniendo circunstancias específicas que justifiquen la exclusión de un socio, como mala gestión, incumplimientos graves o conflictos de interés que afecten el buen funcionamiento del negocio.
- Resolución de conflictos: establecer mecanismos como la mediación o el arbitraje, para evitar litigios largos y costosos entre familiares y garantizar una solución eficiente a los desacuerdos internos.
Todos estos acuerdos y pactos tienen como objetivo la profesionalización de la gestión, evitando disputas internas y reforzando la continuidad de la empresa y el negocio.
Planificación sucesoria facilitando el traspaso generacional.
El mayor desafío en la empresa familiar es la sucesión y pervivencia del negocio. Sin una planificación adecuada, pueden surgir disputas entre herederos, problemas fiscales y pérdida del control sobre la empresa. Para evitar estos riesgos, es fundamental establecer con anticipación un plan de sucesión que contemple aspectos legales, fiscales y empresariales.
- Pacto sucesorio. Es un acuerdo vinculante mediante el cual el propietario de la empresa decide en vida el reparto del negocio entre sus herederos. A diferencia del testamento, este pacto no puede ser modificado de manera unilateral, lo que otorga mayor seguridad jurídica y evita conflictos futuros. Su uso es especialmente útil en comunidades autónomas donde está reconocido legalmente.
- Fideicomisos o fundaciones familiares. Protegen el patrimonio empresarial y garantizan su continuidad con una gestión profesional. Permiten establecer reglas para la administración del negocio tras el fallecimiento del propietario, asegurando el control en manos de personas de confianza y evitando la interferencia directa de los herederos en la gestión operativa.
- Donaciones en vida. Facilitan la transmisión progresiva de la empresa, permitiendo que los futuros herederos adquieran experiencia en la gestión antes de asumir el control total. Pueden acogerse a determinados beneficios fiscales si se cumplen ciertos requisitos legales.
Gobierno corporativo. La gestión empresarial y la familia.
Otro problema recurrente en las empresas familiares es la falta de separación entre las relaciones familiares y la gestión empresarial. Cuando las decisiones se toman en función de lazos afectivos en lugar de criterios objetivos, el negocio puede perder competitividad y sufrir conflictos internos.
Algunos métodos para lograr una mayor eficiencia en la gestión y evitar problemas futuros son:
- Definir un Consejo de Administración con profesionales externos, que incluya consejeros independientes. Ello ayudará a la profesionalización de la gestión y a evitar conflictos.
- Establecer órganos de control para la toma de decisiones, tales como comités de dirección con reglas claras sobre la asignación de cargos y la toma de decisiones.
- Determinar criterios objetivos para una correcta evaluación del desempeño. Implementar criterios para la contratación y promoción dentro de la empresa, basándose en el mérito y la experiencia, y no en el parentesco.
Planificación fiscal
Uno de los aspectos básicos a la hora de realizar la planificación del negocio es el impacto y la carga fiscal, tanto del día a día de la empresa como a la hora de producirse su sucesión. Sin una planificación adecuada, los impuestos pueden poner en peligro la viabilidad de la empresa.
Existen estrategias que, bien enfocadas y con tiempo, pueden ayudar a minimizar el impacto fiscal, garantizando el buen desarrollo del negocio. Algunas de ellas son:
- Uso de estructuras societarias eficientes. La creación de holdings familiares permite gestionar mejor el patrimonio y reducir la tributación.
- Aplicación de reducciones fiscales en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. Con una correcta planificación, se puede acceder a bonificaciones de hasta el 95% del valor de la empresa, si se cumplen ciertos requisitos.
- Optimización del Impuesto sobre Sociedades. Mediante estrategias como la reinversión de beneficios o la aplicación de deducciones fiscales.
Las empresas familiares enfrentan grandes retos para mantenerse y crecer a lo largo del tiempo. Más allá del éxito comercial, su continuidad depende de una planificación legal y organizativa que evite conflictos y facilite la transición generacional. Contar con un protocolo familiar bien definido, un plan de sucesión estructurado, un gobierno corporativo profesionalizado y una estrategia fiscal eficiente es clave para asegurar el futuro del negocio sin riesgos innecesarios.
En Navas & Cusí , como abogados expertos en empresas familiares te ayudamos a diseñar una estrategia a medida para que tu empresa familiar siga creciendo firmemente y prosperando con el paso de las generaciones.