Tal y como reza en título del presente artículo, España es el país comunitario que concentra el mayor número de titulizaciones de Europa y no solamente nos estamos refiriendo a préstamos hipotecarios, no. Si bien es cierto que la mayor atención se centra sobre esta modalidad crediticia lo cierto es que también han sido titulizados y cedidos otros tipos de préstamos, aunque en menor medida, como pueden ser los destinados al consumo o a la pequeña y mediana empresa (pymes).
No obstante, el motivo a dicha situación tiene una clara explicación como es que los bancos nacionales a raíz de la crisis financiera cesaron en su empeño titulizador. De ahí que si se analiza el mercado se pueda comprobar, no sin ciertas dificultades para aquellos neófitos en la materia, que el 90% de las titulizaciones españolas datan del periodo comprendido entre 2006 – 2007.
En este sentido y a efectos meramente contextualizadores conviene reseñar que históricamente las titulizaciones eran vendidas con “cupones flotantes” que iban referenciados a un/os determinado/s índice/s (por ej. Euribor) más un diferencial.
El problema en la actualidad y por seguir con el ejemplo de aquellos referenciados al Euribor, está en el hecho que hoy día el margen extra fijado sobre ellos ha desaparecido siendo en el caso del Euribor incluso es negativo, por lo que los fondos que compraron la deuda a las Entidades se encuentran con que fruto de esta situación en lugar de recibir intereses en cada periodo por su préstamo de éstas, son ellos los que deben pagarles a ellas, y claro no resulta rentable y acaba repercutiendo en los clientes cuyos préstamos fueron titulizados sin su conocimiento y por ende si su consentimiento.
De ahí el alto grado de litigiosidad y beligerancia de las Entidades y los Fondos para con sus clientes que no cumplen sus obligaciones de pago, y de ahí asimismo el cada vez mayor patrimonio amasado por los citados fondos como consecuencia de los preceptivos procesos judiciales de reclamación. En este sentido resulta revelador, por poner un ejemplo los datos aparecidos en prensa relacionados con Blackstone, el gigante americano que a día de hoy cuenta, a falta de concretarse la adquisición del “banco malo de Banco Popular”, con aproximadamente 100.000 activos inmobiliarios en España controlados a su vez a través de una red de sociedades creadas ex profeso para ello.